Yo siempre te adoré -mi madre amada-
y en tus brazos viví mi luz primera
fuiste mi fe de niño y mi bandera,
mi pasión y mi espíritu y mi espada.
Contigo todo y sin tu fuerza nada
pues me diste tu hermosa primavera,
y tan astilla soy de tu madera
que al darme vida te dejé rasgada.
A ti madre de amor mi cielo invoca
para beber en el cáliz de tu boca
todo el cariño que a mi verso inflama.
Y recordando que te fuiste un día
te dejaré un poema cada día
cantado por el hijo que te llama.
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El mejor homenaje a quien también sembró con su ternura la chispa de la poesía en tu mente y corazón
Felicidades @pepesori !!
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Muchas gracias amigo Jesús
saludos
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Que sentimiento y que emotivo soneto, el último terceto es esa caricia eterna e inolvidable de la madre, poeta!!!

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Muchas gracias Marta de nuevo

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Así es…y será, gracias
Saludos
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Bravo don pepesori, un homenaje indeleble que va más allá de la palabra simbólica, y se interna en las membranas del sentimiento. ! bravo¡
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Agradecido amigo Domingo
un abrazo