Hoy por dentro saltando de ansiedad
siento mi corazón, gentil señora,
tanto que siendo musa seductora
con dulzura me brinda su bondad.
Y será que en honor a la verdad,
usted aquí se ha hecho acreedora
y del mejor talante defensora,
a merecer de todos su amistad.
De muestra este soneto le dedico
al compartir mis versos y saludos
como lo hacen también otros colegas,
a los cuales mi afecto ratifico
porque sé que jamás se quedan mudos
al hacer oportunas sus entregas.