Orgullosa da la espalda
a la recia catedral:
ni trono ni pedestal
necesita la Giralda
para sentirse esmeralda
de brillante colorido.
Faro, blasón, apellido
de la ciudad de Sevilla,
elegante maravilla
que al mundo quita el sentido.
Tan fina, tan natural,
luces como una guirnalda
y aún sin corpiño ni falda
eres dama principal.
¡Oh, belleza vertical!
Te basta con ser dibujo
pues sin adornos ni lujo
asombras al caminante
que te contempla expectante
embriagado por tu embrujo.
Pero qué preciosa luce la Giralda en tus hermosos versos…!!
Ahora que se le ha hecho una limpieza, reluce como una estrella en el cielo de Sevilla…
Muy bonito, amigo!
Yo le dediqué en el confinamiento del 2020 un poema, no sé si lo leíste…
Pongo el enlace por si no…se titula 'Sola".
Hay lugares, paisajes, monumentos…a los que es más fácil escribirles versos que a otros. Y la Giralda es uno de ellos. Contiene tanta poesía en sí misma que nos lo da ya hecho casi todo. No hay más que leer tu poema sobre ella que, como ya te he dicho, me ha parecido de una belleza increíble.
Gracias María por estar siempre que aparezco, que debería ser más de lo que es.
Síiii, nos quita el sentío esa belleza de piedra que parece una bella dama engalanada. La Giralda es todo un símbolo de lo que fuimos un día y también de lo que somos en la actualidad.
Gracias Minada por tu simpático comentario.
Un abrazo