A la chiquita callando

Ojalá nos respetemos
y la paz sea posible,
que toda guerra es terrible
cuando no lo merecemos.
Quién sabe si ya nacemos
con la espada del destino,
enseñándonos el sino
que Damocles auguraba,
incluso a quien gobernaba
por no hilar bastante fino.

Pues hay quienes por decreto
sus armas vende y fabrica,
si en la cara le salpica
ocultarlo es todo un reto.
Que para nadie un secreto
una atrocidad supone,
para todo el que razone
el rol de la raza humana,
que como le viene en gana
su peor bondad expone.

Si a la chiquita callando
quien obre de genocida,
negándole está la vida
a quien sabe está asediando.
Si nada está remediando
mientras fabrica misiles
para ejecutar civiles
allá donde mejor cuadre,
si por orden de un compadre
vender los vende por miles.

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