Si tu mente está llena a rebosar
y apenas nada más dentro le cabe,
ella sola comienza a desaguar;
pasa entonces a olvidar lo que sabe
Como las palabras se van perdiendo
a fuerza de ya no ser pronunciadas,
las ideas se van desvaneciendo
a fuerza de ser poco transitadas
Tus lugares soñados se extravían
a fuerza de ya no ser frecuentados;
las hermosas vistas también se extrañan
al no verlas tus ojos opacados
Al igual que las pasiones se acaban
también los rencores van terminando
y el destino del alma preocupa
a medida que el fin se va acercando.