Día azul de vileza y maldad,
hora tormentosa Pipil.
¡Quiero denunciar, su historia contar!
Silenciaron la vida de la raza natal:
piel de maíz, corazón de tierra,
sangre de río, huesos de roca.
¡Qué Dolor tan febril!
Escucho el lamento, el llanto doquier,
gimen las madres, destrozan su gen.
¡Que dolor tan profundo! no hay alma gentil,
los cuerpos se unen a la tierra sin fin.
Acaparado su suelo,
explotada su fuerza,
tortillas, frijoles la paga final.
El buey vale más, que el gentil campesino,
no entiendo al humano de codicia total.
72 horas
72 horas de muerte constante:
condena, fusilamiento y horca…
Si ese muro hablara… en la iglesia Asunción,
te contaría la historia de crueldad y dolor
El miedo atrapa, no hay derecho a vivir
Alfombras de sangre sucumbieron en tierra
Pilas humanas, exterminio ancestral
¿Cómo esconde sus rasgos? no puede mentir,
su piel de canela le lleva a sufrir.
Señorío de Cuzcatlán, ¡Que dolor tan intenso!
El terror aprisiona, la extinción amenaza
el nahuat hablante en silencio quedó
el machete se guarda, su traje cambió.
Le vedan su sello… su identidad
No hay registro real,
solo queda el tormento,
revisemos la historia,
no matemos lo nuestro