180 grados

Y no nos queda otra opción, que continuar luchando día tras día contra nuestros demonios; a pesar de no poder vencerlos jamás.

…Y de pronto, toda su vida cambió. El mundo que él conocía había desaparecido. Todo se había convertido en un lejano recuerdo, algo que le asustaba, a la vez que le hacía sentir ese excitante sabor que te ofrece la adrenalina.

4 Me gusta

La infancia quedó atrás, lejos se ven los dulces recuerdos ahogándose en esas aguas revoltosas que llamamos indepencia ( que no es lo mismo que libertad)

1 me gusta

Exactamente compañero.
Que diferente se ve la vida cuando eres joven y sin responsabilidades de ningún tipo.
Independencia y libertad no siempre van ligadas de la mano.
Saludos

1 me gusta

En efecto, de joven dependíamos para quizás teníamos más libertad, ahora somos independientes pero estamos atados a canones sociales, económicos ideológicos que a la larga se convierten en una obligación, por eso la infancia se recuerda con dulce nostalgia.

1 me gusta

Aplausos para tu reflexivo relato.

1 me gusta

Gracias compañero.
Saludos!

…distopía inesperada!!!

¡Hay cambios planificado, cambios ineperados y cambios inexplicables!!!

¡Bravo, bravo! :clap:t2: :clap:t2: :clap:t2:

2 Me gusta

Gracias compañera.
Para bien o para mal, siempre estamos cambiando. Aunque todos queremos siempre que sea para bien, por supuesto.
Un placer que te haya gustado.
Saludos

2 Me gusta