"And in Ápeiron, on our knees before the Almighty,
We ask Him if there is something
wicked in not feeling human;
if our minds have gone too far"
Alan Centauri
Amado, amado gólem…
¡no te despiertes del cántico!
» No saben lo que hacen
al venir a este mundo…
el Ancla los ató al abismo
de la caja que olvidaron cerrar
Errantes de los campos abiertos
en alerta por la trata de cenizas
los respiradores contra el palo santo
de los flagelantes en nombre del Eclipse
Bullir de prematuros envoltorios
nescientes del Soplo de Obsidiana
derredor de los pueri de mimbre
necia combustión de ajenjo y cebollinos
Es la conjura de los calamares disecados
el grandiosismo de las tristes mecedoras
siquiera el Relámpago tantea de hacha
y no ha de brisar ni en pena a los tuétanos
Se pelarán, así como los trípticos
que biomban los vientres de las clínicas
donde menester es la Taza de Icor
para con el meconio de hormigas secas
Amado, amado tótem…
¡no te acerques al carámbano!
» No sabemos lo que hacemos
al venir a este mundo…
el Ancla nos ató al abismo
de la caja que olvidamos cerrar
Porque no nos basta la Clorofila
lo fósil, lo cándido, todo lo andrógino
y si ni un solo ulular de cronómetro
tras la hueca cavidad, nada de júbilo
Es que nos queremos tejer a mil caídas
a mil espejismos, a cero infartos
más que todo desvellarnos de arrebato
los abrojos en las Torres de Silencio
Coronamos con brea nuestros muros
con vidrios nuestras losas y cabeceras
no nos desarrimamos tanto de la Caverna
empedernidos, colamos el querosén
La fragua extinta de nuestra otra vida
todos los secos pabilos que arrojamos al río
es que acaso contamos los codos de los ídolos
sujetos a la insaciabilidad de la Tumba
Amado, amado módem…
¡no te olvides del triángulo!
» No sé lo que hago
al venir a este mundo…
el Ancla me ató al abismo
de la caja que olvidé cerrar
Porque no supe nacer, porque no supe ser hijo…
porque no supe morir, porque no supe ser patriota…
porque no supe amar, porque no supe ser creyente…
porque no supe odiar, porque no supe caer al Abismo
Avizor, liado por toda tenaz ilusión, del anzuelo que he asentido…
Y como un túmulo perióstraco: la sombra, se me voltease a mi proa…
Y si es que por una vez entendiera que no existo para algo cardinal…
No me compondría de noches en busca de lo Deífico
Que no está… que no se muestra… ¡que está tan en el Presente…
Pero los animales… su quietud… ¡los observo y no me reflejan…
La tristeza durará para siempre… ya lo sé… ¡yo ya estuve allí…
Es el desorden de los días que se empujan, que se mezclan crueles
¡Y qué sabré yo de la generación perdida…
¡Y qué sabré yo de la historia del Fuego…
¡Y qué sabré yo del dolor de las calles…
¡Y qué sabré yo de las comillas…
“Oh, Lord…
May we deliver the rain
to the Desert?”
Alan Centauri