¡Preciosos versos…, muertos de frío y de olvido! Pero tan vivos como la esperanza… ¡Qué contradicciones hay en el alma! Es un placer leerte. Gracias.
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Encantada por tu visita, Marcia.
Muchas gracias.
Desde luego, compañero. Somos un mar de contradicciones.
Muchísimas gracias por tu visita y comentario.
Un abrazo.
Cada vez lo tengo más claro,ningún alma satisfecha de su vida puede ser poeta.Sin nostalgia de lo perdido,aunque lo alcanzado sea mejor,no existe el verso.Si te sirve de consuelo,a mí también me pasa, continuamente. Por esa razón quizás adoro este tipo de poemas.
Saludos
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Lo has definido muy bien, Joaquín.
Lo importante es que consigamos el equilibrio entre la nostalgia y un presente feliz. Y mientras tanto, escribamos.
Abrazo.
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