En algún lugar del bosque,
yace en la sombra
el recuerdo largo del tiempo.
Danza entre la flora
y los campos verdes,
cobijando entre ramas
el temblor triste de su sosiego.
Sus ojos claros y hermosos
no son invisibles
para la oda de una poesía.
Vuela obtusa
en la vergüenza tímida,
cuando ama ya agoniza.
Qué ironía tiene la vida,
nunca caduca la miseria
y el sufrimiento en una caricia.
Vacía el ego por mí
que no soy capaz de hacerlo,
la imperfección pega con fuerza
y su desgracia anarquista.
Honesto es el silencio
que accede a la permanencia
de un futuro platónico que ignoras.
Sálvame del amor
y sus consecuencias,
amorosa es la figura de tus praderas.
No hay mayor dolor que la sabiduría,
cuánta ignorancia
es tu culpa y lo sabías.
Mute.
Photographize.