No me amabas,
para amarme tendrías
que haber amado al viento
cuando acaricia a las flores.
No me amabas
la noche amante es ausente
en los labios del silencio.
Tienes que saberlo
la mentira es un ropaje
que quema en el espacio eterno
de un desamor.
Yo te amaba tanto,
los espacios fueron
un tiempo desnudo.
La vida fue una frase
en el paréntesis del amor,
ahí se ha escapado el invierno
equivocándose de jardín.
No me amabas
mis ojos fueron un cielo blanco,
una palabra despierta
que se atrevía a tener insomnio por ti.
La oscuridad fue terca
apenas pude amarme a mi mismo,
acariciaba tu nombre
intentando que la Luna fuera tuya.
Yo te amaba tanto
hasta que al anhelo
se le robó la bondad,
todos eramos poesía.
Malditos versos
que vienen en flor.
Maquinista
