Corriendo junto a la orilla, con ese frío atravesándole la médula, calmaba el dolor por las cunas vacías de sus malogrados hijos. Encaramada en lo alto de las rocas hizo un reconocimiento aéreo de la playa.
Se escuchó un dulce canto, y ella apareció mirándole desde el mar. Dejando a la vista su preciosa cola se sumergió nadando. Reconoció en aquella sirena a su amiga Claribel que, extendiendo su mano, le invitaba a cruzar el puente hacia una nueva vida. No lo pensó. Deslizándose hasta el agua su cuerpo fue transformándose con su contacto. Nunca antes se sintió tan libre.
7/Octubre/2020
Segundo escrito semanal publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras.
Palabras a incluir:
MÉDULA - HIJOS - AÉREO - PLAYA - PUENTE
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Se respira libertad en tu bello relato, compañera, muy buenos!!!
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Si, se respira libertad. Muy bello. Felicidades.
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Siempre tan imaginativa !
Qué hermosa fantasía “sirénica” nos pintas aquí !!
Bravo mi querida Gali.
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Hermoso tu relato, Gali! Todos los que escribes, me enganchan!
Besitos, amiga!
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Muchas gracias, compañera.
Besicos.
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Muchas gracias, Sinmi!
Besicos.
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Muchas gracias, Alejandro!
Besicos.
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Mil gracias por tu lectura, María.
Besicos.
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Me ha encantado!!
Besines @Galilea
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Mil gracias, Marta!
Besicos.
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