Tengo 85 años, y junto a mi mujer nos tocó pelear para tener nuestro propio hogar. Tres hijos le debo a esa bendita que la muerte me arrebató. La semana pasada, ellos, que son jóvenes y tienen sus nuevas familias, me propusieron algo: Una residencia sería ideal para mí. Vivir solo en una casa llena de recuerdos no mejoraría mi estado de ánimo, y ese nuevo hogar me daría la tranquilidad de saberme bien atendido.
La donación y venta de mi casa ya están en marcha; piensan comprar un piso en la playa.
Mi sensación de soledad va en aumento.
10/Mayo/2021
Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras.
De una crudeza que pone los pelos de punta. A ver si se le cae la cara de vergüenza a más de un buitre. Me encanta tu denuncia, tu compromiso con la realidad. No solo haces belleza, sino que además la utilizas como arma. Muy bueno.
¡Está envuelto de principio a fin en una tristeza palpable y certera!
¡Me ha encantado!
¡Me encantan los poemas y relatos tristes! (No es que me guste que pasen cosas malas, solamente en la lectura es que me llenan esos sentimientos, me conmueven más profundamente)
No sé cuántas veces lo he dicho, pero: ¡amo el resultado de tus dinámicas de la Asociación Solidaria Cinco Palabras!