A la muerta hoy también le ha arrancado la cabeza. Es imprescindible que todas pertenezcan a mujeres fallecidas que no superen las treinta y seis horas del deceso. La que tiene esta noche entre las manos perteneció a una chica joven y muy hermosa. La frialdad y la rigidez de la muerte todavía no han conseguido borrar del todo su belleza. ¿Cómo puede un vivo desprenderse de algo así? No conseguía entenderlo. La rescataría del proceso de putrefacción. Si estuviera vivo, quizá sintiera repugnancia de sí mismo, pero en la muerte y dentro del enorme tanque de formol, estarían bien.
Te estás haciendo una experta en los microrrelatos.
Alguno he escuchado en el programa de Francino y al leerte éste, me di cuenta que es para la radio.
Un magnífico relato que te atrapa al leerlo.
Un abrazo fuerte, Gali! Y suerte…
Lo has reflejado muy bien. La muerte, desde nuestra perspectiva, desde la vida… es horrible, pero visto desde el otro lado, en el relato… ese personaje surrealista que podría ser la misma muerte… capta esa belleza y quiere retenerla. Hacerla suya dentro de ese tanque de formol. Juntos… “estarían bien”.
De todas formas… desde este lado, también se ha intentado. Las momias… los embalsamamientos.
En el relato va un paso más allá. El personaje se une para siempre reteniendo esa belleza para sí.
Me parece que me ha invadido el espíritu de las “50 palabras” y sus extensos significados jejejeje.
Jaja… El espíritu de las “50 palabras”, buenos tiempos esos. El autor dejaba ir 50 palabras y los lectores comentaban con 5mil palabras, jaja.
Cada quien le rascaba por donde quería