Golpean, golpean fuerte
justo ahí donde más duele.
Los blancos entre las líneas,
los renglones más torcidos,
esos puntos y seguido
repitiendo su salmodia.
Fósil monserga disonante
que atropella con su ruido
doloroso y asfixiante.
Golpean, golpean fuerte…
te dan una y otra y otra vez.
Y no lo saben, no entienden…
Ceguera blanca que envuelve
y ahora soy yo quien no comprende.
Golpean donde más duele.
No lo saben, no lo quieren saber.
Cediendo posiciones en el frente
no hay ángulo abriéndose al horizonte.
Brotan rosales que hieren,
mar de rosas enredadas
y a su dolor abrazadas.
Duros alambres de espino
que su perfume ahogan.
Y no lo saben, no entienden…
Llega el frío de este lado
donde el plano es inclinado,
y resbalo sin remedio
por el hielo azul de mis glaciares.
Congelada la mirada
las lágrimas son cristales;
prismas de aristas que arañan
recorriendo mis mejillas.
Golpean, golpean fuerte
ahí donde más me duele.
3/Agosto/2020
Que no sea el dolor por mucho tiempo, reponer y dar vitalidad a nuestro diario vivir dejará sin efecto los momentos aciagos.
saludos @Galilea.
Intenso y profundo poema Galilea.
Un abrazo 
Muchas gracias, Marta.
Besicos.
Muchas gracias por tu lectura, Martín.
Besicos.
Muchas gracias, Horten.
Besicos.
Muchas gracias, Alex.
Besicos.
Versos dolorosos, con mucha fuerza… Muy hermoso, amiga.
Ahh bellísimos versos, esos golpes donde más duelen, sangran el alma!!! Abrazos!!! 
Bellísimo poema, sale de muy adentro!!
Un abrazo, Gali.
Muy hermoso. Abrazos cariñosos.
Siempre golpean… pero afortunadamente, sabemos (y debemos) reponernos. Maravilloso poema, compañera! Abrazo!
Este poema golpea tan fuerte como los golpes a los que te refieres. Un cordial saludo compañera!
Muchas gracias, Carmen.
Besicos 0.
Muchas gracias por tu lectura, compañera.
Besicos,
Muchas gracias, María.
Besicos.
Mil gracias!
Besicos.
Así es, Ze. Muchas gracias por tu lectura.
Besicos.