Rápido te has ido, hermanito,
tu vida ha sido un destello,
una estrella fugaz,
el revoloteo de la golondrina.
Llega tu hora anticipada,
por la fragilidad de tu cuerpo;
se detuvo tu actividad
embalsamando tus miedos.
Sin regreso es tu viaje,
pagas caro el boleto,
mutilas sueños, anhelos
sin llegar a los años viejos.
Te marchas en el atardecer
sin que el sol se muestre en el ocaso
como un beduino en el desierto,
abandonas tu tienda
y el viento va borrando tus huellas.
Ahora que para ti
el tiempo es infinito,
desde la eternidad observas
la vida de quienes te amamos.
Y todas aquellas cosas
que antes compartías
aferrado, desde tu sillón,
a la diversión del Facebook,
ahora las compartes
con nosotros en sueños,
enviándonos tu amor,
enviándonos tu risa.
Te siento a cada instante,
cada día,
atados firmes a mí
tu grandeza, unida
al dolor de tu partida,
y tus sueños truncados.
En tu perecer despojado,
en tu sentimiento olvidado,
lejano, ahora y eterno en mi razón.
Eres luz y añoranza
que estarán en mi vida,
en corazón y mente,
hasta nuestro reencuentro
escrito en las estrellas.
@vateignoto con la colaboración de @aldanalisis
21-6-2016 - 21-6-2021
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