Morir no es doloroso,
no podría serlo.
Se trata de una brisa
que dejará de acariciarnos.
Besos sin horizonte
hundiéndose en el abismo
de unos labios silenciosos,
un llanto egoísta, aunque inevitable.
Aquella canción que escuchábamos
hasta reírnos de armonías,
ahora extraviadas entre los árboles,
porque morir no es doloroso, aunque parezca.
Nuevos atardeceres conminando noches
que ya no penetraremos abrazados.
Es dejar de bailar juntos,
aceptar que nuestra sombra siempre fue ajena,
una compañera alquilada
que ya no subirá a escena,
mientras nos disolvemos
en ese amor que fuimos,
ahora habituado al polvo.
Artemisa y AljndroPoetry agradezco sus lecturas, considero que la poesía tiene mucho que ver con leer demasiado entre líneas y a pesar de ello nunca sin embargo completar esa lectura, saludos.