Gracias, amigo! Ese olor mineral se detecta cuando te acercas, pero no es desagradable.
Juan Delgado era un poeta magnífico. Tengo un libro suyo “Cancionero del Rio Tinto”, todo centrado en el río, los lugares y paisajes. Precioso!
Abrazo grande, Rafa!
(Te invito a que vengas y hacemos una excursión por él… Cuando se pueda…)
De otra galaxia y antiquísimo. Por lo visto, ya Plinio habló de él en sus escritos, del porqué de su nombre…
Gracias, por leerlo, José Antonio!
Un abrazo.
Fluyen estas preciosas letras como un río cromático, que arde en sensaciones!
Me ha encantado este poema pleno de imágenes y tonalidades!
Abracito en rojos y dorados, María!!
Sí! Jajajaja. Llevo el clip didáctico colgado de la espalda y no puedo desprendérmelo muchas veces… Gajes del oficio docente que quedan aún…
Gracias por asomarte al Tinto, amigo! Beso fuerte
Ah!!! Jajajaja! Pues no vas descaminada, en algunos tramos, sus aguas son de ese intenso rojo oscuro del buen tinto.
Gracias por venir a leer, compi. Brindemos con un riojita!!