Yovía

Antes de ir a la cama encenderé la lluvia para que me seque la noche.
Ya no seré, tú serás entre ellos, inmersos en la circunstancia de mis sueños.
No iré así, sin destaparme las cuentas de los brincos que me desarman.
Siempre en reversa para que no se me caigan las paredes sobre las ideas.
Siempre allá, sin importar que se diga de los pliegues de mis sábanas.
(En alguna ocasión me dejé llevar por el giro de los acontecimientos)
Pero, una verdad sea dicha, nada ocurre donde nada tiene que ocurrir.
Y así las cosas entre los entrecejos de aquella inconsistencia mía, ocurrirá.
No dejaré vencer al sueño, aunque me jalen las medias los flamencos.
Dos y media o más allá del límite del tiempo, continúo acomodado en el día.
Aún no llegamos a establecer los límites que abarcan nuestros ojos extendidos.
Frecuentemente y no digamos que en alguna ocasión no deseada recuerdo.
Sin que haya transcurrido la noche, porque todavía no celebran los ruidos.
Que yo no sé de sumas, solo sé del tiempo escurriéndose entre mis olvidos.
Antes de ir a la cama debo saber que aún no se ha extendido sobre ella el deseo.

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Hermoso poema, Carlos!
Abrazos.

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Gracias estimada María. Abrazos.

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Agradezco tus palabras poeta. Un saludo.

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Bonito poema. Saludos.

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Gracias poeta. Saludos.

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