Ya falta poco

Ya falta poco,
tus labios te decían,
calladamente.

Y proseguías,
sin pausa, tu camino,
hacia la nada.

Yo contemplaba
tus pasos, vacilantes,
y te llamé.

No me escuchaste
y vi como seguías
por el sendero.

Pero sentí
temblar a los hayedos
del viejo bosque.

Luego, su llanto,
llegó hasta mis mejillas
que se mojaron.

Quise ayudarte,
tomarte entre mis brazos,
andar contigo.

Tú sonreíste,
quizás sin darte cuenta,
y fui feliz.

Luego, tus ojos,
cansados, se cerraron,
bajo mis besos.

Rafael Sánchez Ortega ©
10/10/21

3 Me gusta