Y pasan las tierras, las aguas, los cielos,
ante los ojos inocentes abiertos,
fijado a la tierra, enraizado,
sin argumentos.
Siempre el mismo horizonte,
pero hay estrellas que ya no brillan.
Pasa la banda sonora del alma
entre flashforwards perdidos en el tiempo.
En la niebla, desnudo,
respirando el amor más puro
llega la muerte más dulce, más consciente.