Y la vida empezó ,
cuando descubrí
aquella tarde
la sonrisa de tus ojos azules.
Y luego ya
vino el resto,
lo que tu ya sabes
que no puedo vivir sin ti.
Sin tus cosas.
Sin tus enfados tiernos de niña preciosa.
Sin esa bondad que nunca vi
en ningún corazón en este mundo…