Y entonces la tristeza se hizo verbo

Y entonces la tristeza se hizo verbo

A veces la tristeza me trastoca
las aguas silenciosas de este río.
Y arroja una palabra. Un desvarío.
Un nombre que golpea como roca.

A veces la tristeza, como loca,
me ofrece de su cántaro sombrío
un verso. Un horizonte. Un desafío.
Un beso que jamás llegó a mi boca.

Entonces todo calla. Y me percato
de ser esto que soy: un arrebato.
Un hito. Una migaja. Una pavesa.

Un grito derramado en el torrente.
Un cielo anochecido de repente.
Un verbo conjugado en la tristeza.

Enero, 2020

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