En un giro de caracol
se levanta esta aldea
por la línea absoluta y vertical del aire,
y un cielo audaz
sube y se deshace
en lluvias abiertas de claveles
y un viento de puñales
abre las ventanas.
Y adivino la historia
en las huellas de polen
que dejó la muerte…
Teje la noche una manta blanca,
y un ogro andaluz devora doncellas,
patos salvajes y cervatillos.
Teje la noche una manta blanca,
dos niñas con la máscara de la traición
se llevan a Federico en un carro de flores
por el camino de los olivos.
Lloran oscuras guitarras
al paso de un carro de flores.
Lloran oscuras guitarras
un llanto de mil dolores.
Y adivino la historia
en los rastros de poesía
que dejó la muerte…
Honor en tus bellísimos versos al querido poeta Federico García Lorca.
Precioso.
La verdad es que valoro mucho cuando encuentro fuerza y sutileza unidos en un solo poema. Es un tesoro, que aquí lo encontré en medio de tus versos.
Un verdadero deleite.
Saludos @HoracioMoschini.