Viento polar
se acerca y nos abraza,
sin darnos cuenta.
Es el preludio
que avanza, del invierno,
hasta nosotros.
Dentro de un mes
vendrá para dejarnos
su blanca nieve.
Ese vestido
del cielo, inmaculado,
tan sugestivo.
Pero, sin duda,
el frío que ahora llega
es un aviso.
Porque está cerca
y asoma en las montañas
con sus poemas.
Son esas cumbres,
altivas, blanqueadas,
que se nos muestran.
“Estoy aquí”,
nos dice, en su silencio,
el padre invierno.
Y a nuestro lado,
prosigue, renqueando,
el gris otoño.
Ya, sus colores,
se afean y marchitan
con tanta lluvia.
Y los latidos,
pausados del poeta,
también suspiran.
Pero vivamos,
el tiempo del otoño
que aún nos queda.
Rafael Sánchez Ortega ©
22/11/24