Hoy vacío mi mochila
de contritos pensamientos,
revisando mil acentos
donde una lucha tranquila
no me haga beber tequila
para olvidar desalientos,
buscando siempre argumentos
que ya el cuerpo ni asimila;
donde al eterno infinito
de mis persistentes dudas
le apetezca aquí y ahora
despojarse el San Benito
de negarme sus ayudas
como una ametralladora.