Unas palabras

Unas palabras
salieron de tu boca
hacia la nada.

Tú las dijiste
envueltas con un nombre,
y estremecidas.

La soledad,
(eterna compañía),
fue tu testigo.

Pero quedaron
grabadas en el tiempo,
viniendo a mi.

Y en mis oídos
sonaron un buen día
con tu mensaje.

Voz temblorosa.
apenas un suspiro,
pero tu voz.

Me estremecieron
sin duda, esas palabras,
tan personales.

Tú le pedías
al cielo una plegaria:
“que yo te amara”.

Y yo, ya entonces,
te amaba, sin saberlo,
y “sin palabras”.

Rafael Sánchez Ortega ©
17/12/21

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¡¡¡Precioso!!!

Me gustó especialmente este párrafo:
«La soledad,
(eterna compañía),
fue tu testigo», creo que esa es la compañera de casi todos los poetas.

Saludos.

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@anon91896161
@anon91896161
Gracias

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@alexander_garcia_197
Gracias

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