Una nube australence
movida por corriente anómala
no alisia
se borealese enseguida
enfriándose al instante
haciendo llover de repente
sus empedruzcados corazones de hielo frío
piedras adiamantadas
rompiendo “ipso facto”
más de una descuidada cabeza.-
je, je, je No, ¡Ni Dios lo quiera! Acá en Caracas, que yo sepa, nunca ha granizado. La puerta de mi casa mira hacia el oeste y de hecho, uno ve correr la cinta de nubes hacia esa dirección desde el este. Hoy (¿o ayer?) veo un grupo de nubes trasladándose de sur a norte, una dirección inusual para las nubes caraqueñas que, corren igual que los alisios, de levante al poniente… De ahí surgió el poema.
Australence: (austral) que viene o pertenece al sur.
Alisia: de los vientos alisios.
Borealese: (boreal) que se vuelve boreal o norteño, o sea, se enfría.
¡Sí!, vivo en la Caracas city… Caracas y otra ciudad que no recuerdo cuál, rivalizan por el apelativo de “La ciudad de la eterna primavera”… el clima de Caracas, en promedio, durante casi todo el año es templado… Aunque el poema me lo inspiró una nube rebelde que trajinaba de sur a norte (como dije, cosa inusual acá) ligué el poema con un recuerdo de un documental de National Geography en donde en una de estas ciudades-pueblo tan típicas de allá, granizaban hermosos pedruscos corazoniformes que, si te llegasen a dar en la cabeza ¡¡Uyyy!! ¡No me lo quiero imaginar!.. Eso sí, habían algunas piedras hermosas, parecían diamantes rústicos con forma de corazón.
Oh, Chane!! Me gustó mucho!
Ese vocabulario tuyo y particular, “a lo Chane”, supongo que lo tienes por escrito, con sus definiciones…
Te sugiero un libro de poemas con el vocabulario utilizado, en un anexo.
Originalísimo!!!
Abrazos fuertes!