Una guitarra

¡ Oh hija mía! el silencio me habla,
el viento ondulante verborrea, que tiempos,
que no suman, restan la vida.

Los hombres se inclinan, ante los dioses
paganos, y Baco se emborracha de aire.

Harapos de telas y carnes, pasan por el agujero
de la vida esperando la muerte, sarcófagos de Millares
viajan por los museos del mundo.

Arenas del sur se posan, en las playas frías,
balsas de plomo, cosidas con hilo, traen la muerte.

Corazón roto, los niños ya no lloran,
mueren en la travesía.

¡Oh hija mía! hoy necesito una guitarra
y escuchar una hermosa melodía.

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Apreciado Sr. Rafael @Piedehierro
¿Creerá que me ha hecho recordar una canción bastante vieja “Una muchacha y una guitarra” de Sandro?

No es que vaya el tema de lo mismo, sino, la importancia de la gitarra, lo que simboliza, ese sentido de urgencia por la falta que les hace la guitarra… por una causa, o por otra.

Es un poema muy lindo, el que acá presenta. Lleno de matices y sentimientos.

¡Un saludo!!!

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La urgencia de la música para callar al mundo sufriente.Excelente. Saludos poéticos.

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Muy hermoso.
Una maravilla de versos.
Saludos.

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Gracias. Saludos

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Gracias saludos.

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Gracias, saludos.