Una conversación con mi encendedor

Oh pequeño objeto, ¿quién diría que te necesitaría tanto? ¿Quién diría que no podría salir a la universidad sin ti? ¿Quién diría que serías mi fiel compañero siempre en mi bolsillo?
A veces te odio, me conduces a los vicios más absurdos que no puedo abandonar, me recuerdas constantemente que siempre puedo prender un cigarro más.

Solo uno… nunca es solo uno.

Pero otras veces, eres el mejor aliado contra la desesperación de la posterioridad que me carcome desde dentro.
Gracias a ti, mala sombra, me he dedicado a ocultarme en el olor mefítico del tabaco, que me persigue dondequiera que voy.
¿Y si me dejas en paz? ¿Y si utilizas tu llama para alumbrar mis días tristes, en vez de aniquilar mis pulmones mancebos? ¿Y si enciendes la llama perdida en mi corazón para que pueda encontrar la paz en mi habitación?

Vicios, vicios y más vicios; pobre toxicómano. ¡Déjame en paz! ¡¿Por qué no me dices de una vez que me estás matando?!
¡Grítame fuerte, que éste humo me está matando!
¡Abandóname antes de que sea demasiado tarde!
Oh pequeño objeto, que con tu ayuda a tantos he visto marchar, sácame de la fila en la que aguardo el porvenir, donde entre más fumo, más me acerco a los portones de la muerte.

¡Déjame ir antes de que prenda el siguiente cigarro!

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Bienvenido a la comunidad. Un poema donde el objeto es la pieza clave, la que interactúa en toda su trayectoria. Saludos.

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Muchas gracias, de verdad

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Yo también estoy ahí. :sweat_smile: Bienvenido! :hugs:

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Así es la vida don Castor
un cigarrito y el Crick encendedor.
Aplaudo.

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Diego, Me encanto tu relato!!! Muy original la relacion, un alma humana relacionandose con un alma cosa. Saludos, Cari

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