flotando…
Pétalos de rosas caen del cielo
veo caer la lluvia
están cayendo pájaros negros, están muertos.
Estoy sentada a espaldas de la puerta
en una silla que le falta una pata
estoy flotando
en una silla que cojea
estoy atada
en una casa vieja y calcinada.
Madrugada…
Son las 2 en punto.
La música hace vibrar la habitación.
Saldré muy temprano por la mañana
me iré sin dirección, sin rumbo.
Mi corazón tiene las ventanas abiertas
una puerta de cristal rota
y dos amapolas para que te duermas y el que entre ya no pueda salir.
En la mañana…
Mi maleta vieja con los cierres oxidados
llenas de papales viejos y listos para ser quemados
dos botellas de whisky para que acompañen en el viaje
una pistola cargada
y unas antiguas y desmotivadoras lágrimas.
Están cayendo aves del cielo
marionetas en el jardín
pingüinos en la heladera.
Un auto rojo y viejo
al sonido del soul
mis arrugas se caen con el sol.
El día soleado de invierno
sin tormentas que acechan.
Una chica vestida de negro sin sombra…
Mis caderas se mueven
y no puedo parar…
Sombrero de copa
mis senos están colgando
mi esqueleto roto…
El arma está cargada…
Y las botellas de whisky ya casi me las he acabado.
Está nevando
mis labios están rojos y sangrando.
Mis manos me pican y cierro los ojos…
Se congelan, se quedan inmóvil.
Hilos colgando de mis hombros…
Los árboles arden
bestias de papel
payasos con cuchillos en sus manos
matando todo a su paso
comiéndose el corazón del inocente.
Soy de cera
con un corazón de cemento
un esqueleto de gelatina.
Soy un viejo cuadro
ardiendo en llamas.
Soy los ojos que viven dentro de ti.
El pecado que descuartizó tus heridas…
Soy tú…