Jjj que bonito y entrañable, ese latido en la manos que nos hace viajar hacia nuestros propios sueños y escenarios, ese transistor que tanta vida ha regalado y regala, gracias por traerlo a la emisora poética, poeta!!!
Un latido en las manos refuerza mi tesis de la isotropia de los sueños, éstos sin ser sustancias, mantienen sus mismas propiedades en todos los humanos. Celebro este poema con un gran aplauso.