Un gran silencio

Un gran silencio
se extiende por los ojos
que parpadean.

Igual los labios
buscando las palabras
que ya no encuentran.

Ojos y labios
vencidos, confundidos,
por el Alzheimer.

¿Qué puedo daros…?
¿…Si acaso unas sonrisas
y mis palabras?

…Pero algo más…
¡Quisiera que tuvieran
mi propia vida!

Que compartieran
conmigo su silencio
y yo con ellos.

Quiero deciros
que escucho los mensajes
de tus pupilas.

Y hasta esos labios
sutiles, delicados,
voy sin palabras.

¡…Ojos y labios,
que tanto me entregasteis,
seguidme hablando…!

Rafael Sánchez Ortega ©
22/09/20

(Con mi silencio y cariño, y unas lágrimas veladas y sinceras, en este día tan especial y cariñoso. Estoy con estas personas y también quiero que estén mis versos. ¡Ojalá pudieran ellos sentir la sonrisa y el latido de la vida, como sus ojos y sus labios piden en esas llamadas y gritos infantiles…!)

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