“Se quedó sin pilas la radio,
ya no puedo escuchar a Gardel”
decía mi padre…
entre tristeza y enfado.
Y rebuscando en los cajones
del armario,
deseando que un milagro
le alegrara el domingo,
miraba de reojo el calendario,
faltaban quince días…
que largo se hace el mes
para cobrar su salario.
En la otra esquina
de nuestro pequeño mundo,
mi madre ,con su ironía habitual,
le decía…
“no pasa nada, ya te canto yo los tangos,
pero ponte a cocinar
que ya es muy tarde
y pronto vendrán las fieras
muertas de hambre,
mientras termino de cocer
los remiendos de la ropa del colegio”
Las fieras: mi hermano y yo
Pobre viejo…
tres domingos esperando
que el “mago” siga cantando
Este recuerdo, me quiebra…
y se escapa una lágrima
Hola amigo Ricardo.
Un poema hermoso y conmovedor.
Sabes que hace unos cuantos años
andaba yo de paso por Canelones,
y me detuve en un bar a tomar una copa,
y en la pered blanca del boliche
pintada con letras negras
al lado de una gran imagen de Gardel
se leía esta frase:
“Cante Mago cante,
que su voz hace falta”
Ese recuerdo me ha quedado grabado
y este poema me lo ha hecho recordar nuevamente.
Seguro que a tu padre le hacía falta Gardel ese domingo como a muchos de los que hemos nacido por aquí también nos hace falta.
Abrazo grande y gracias por compartir.
Cuando el recuerdo te invita a pasar, las sensaciones son infinitas.
Gracias Ricardo por invitarnos a pasar a los tuyos en este emotivo poema.
Un saludo cordial.
Importante época donde igualmente los valores eran otros y se apreciaba mas intenso cada detalle, el arte, la familia y el esfuerzo.Bellísimo leerte compañero.(Recuerdo las novelas de la radio que oía a luz de vela de niña en los parajes rurales del sur Argentino …)Eran geniales. Saludos.!
Entrañable y precioso. Recuerdos de infancia que regresan con una mezcla agridulce…
En mi casa también era imprescindible la radio, se escuchaba durante todo el día y por la noche. Aún no teníamos la tele. Desde entonces soy una radioaficionada, la escucho siempre en la cocina, allí la tengo. También en el coche y en mis largos paseos…
Cuán bellos recuerdos plasmados en tu poema!
Saludos poeta!
En la otra esquina
de nuestro pequeño mundo,
mi madre ,con su ironía habitual,
le decía…
“no pasa nada, ya te canto yo los tangos,
pero ponte a cocinar
que ya es muy tarde
y pronto vendrán las fieras
muertas de hambre,
mientras termino de cocer
los remiendos de la ropa del colegio”
Un millón de gracias amigo @Marcos, el " mago " fue y será la esencia misma de un rioplatense y siempre hará falta su voz… en todos los rincones.
Mi padre era un fanático de Gardel y su radio " La Spica " de aquel entonces, se la llevaba hasta el baño para ducharse, afeitarse… Y detrás de la puerta se escuchaba: " Por una cabeza, La cumparsita , Cuesta abajo, Volver…"en fin… era un apéndice de su vida y a veces al recordar esos momentos, como que se aprietan las entrañas,
Gracias por la anécdota
Un fuerte abrazo amigo
Muchísimas gracias María, creo que en aquellos tiempos era imprescindible, no había tele y el periódico no estaba a la alcance de todos
La radio era información, entretenimiento y música, mucha música y cada uno disfrutaba a su manera
Mi padre era fanático del tango y Gardel su preferido
Eran otros tiempos y otras sensibilidades
Un fuerte abrazo amiga