De repente, te busco en el cielo de tus ojos
y me encuentro besando tu frente simple.
¡Anclada la mirada, con esa luna grata
y esta soledad que tanto duele!
De repente te quedas en mi boca
durante todo el día
y siete benditas lunas.
Te rompes en mi pecho como una golondrina;
cual agua limpia corres y en las alas de un ave
te llevas el rocío.
¡El cielo de tus ojos es un cielo nublado
y el tiempo derramado, simplemente, regresa!
Un día, un dulce día, vendrás a mi morada
y besaré tus manos y aquélla frente simple.
Y entonces los almendros que rodean la casa,
sabrán que el amor tiene siete noches seguidas…
Un día, un dulce día, despertaré en tus brazos
bajo el cielo nublado.
Es deseo, es la nada. Es creer que soñando
te quedas para siempre y es entonces que encuentro
la paz…de tu mirada.
“Un día un dulce día”… Se llena de poesía, de versos, de alegría…; si la poesía…, brota de un bello sueño y despierta en poémame, con olor a ambrosía, a manos de Lucía…¡poiendo en ello empeño!
Me encantó amiga Luicía Gomez.
Felicidades.