A: La Libertad que me deja volar con las alas de sus Mariposas
Y creerme el último de los hombres con suerte…
Conocí de tu cuerpo y tu karma las mejores partes,
De esa sonrisa que me paraliza y esos rizos rebeldes;
Habite entre las Mariposas que revolotean sobre tus pechos
Y vi morir entre mis alucinaciones, todos los fantasmas que cabían en uno de tus besos.
Me creí más de una vez la torre Eiffel y algún que otro Globo Dirigible,
Me perdí más de una vez entre las sabanas de tu cama,
-creyéndome en el mar de los sargazos -.
Camine descalzo entre tu selva y tus montañas,
Gocé del calor de tus muslos y marqué mi nombre allí donde nace tu cascada;
Te explore de punta a cabo,
Y me dormí como tantas veces, empapado de tu sudor y el mío
sobre las Mariposas que adornan tus pechos perfectos.