Enamorarse a los cuarenta -,
armonía y concordancia,
posibilidades infinitas,
hasta el aire que respiro,
no hay entonces,
somos todos,
las aspas y el molino,
el universo que vibra,
cada piedra, la maleza,
la lección y los contornos,
un alguien sin resistencia a morir,
porque fluir es volver a la vida.
En mí a partir de ahora -
la resonancia en cada capa de los sentimientos puros,
madurar sin armaduras al amor que no vi alrededor,
realidades intermedias y espejismos
la gratitud de los bienaventurados,
las maravillas en los días oscuros,
las cosas buenas al sentirnos perdidos,
un lapso eterno frente a los ojos queridos,
corazones diversos latiendo en tu propio pecho,
sanar el viejo reflejo,
habitar en un sueño
junto a las palabras que muestro,
la seducción que nos inspira,
la caricia que me toma si la pienso,
un refugio en las enaguas de mi madre,
el milagro de apreciar la alegría en cada momento.