Vino tu recuerdo sedicioso a remover
estas frágiles resoluciones de cristal
que como escudos y vallas establecí
en los arrabales espasmódicos del tormento.
Intensa la voz que de tu garganta fue brotando
con la violencia de un volcán en erupción,
discurriendo en mis oídos atónitos
las igneas palabras de las que ayer huí.
Cada silencio es tu silencio,
y tu silencio ahora es tu voz.
Como un objeto que proyecta sombras
obstruyendo los rayos directos de luz,
así fue la despiadada coyuntura en el tiempo
que resultó en esta vaga imagen eclipsada
de tu recuerdo y de tu ausencia.
Cada silencio es tu silencio,
y tu silencio ahora es tu voz,
y en mi soledad,
tu ausencia sigue aquí conmigo.
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El silencio y el recuerdo siempre unidos. Muy lindo. Saludos cordiales.
Así es Sinmi, gracias por el comentario. Saludos
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