Tú que lo sabes,
que soy nuez sin cáscara,
frágil como la nota de un bolero.
Yo que te he visto,
morir inundando una almohada,
nacer en la mañana de un abrazo.
Yo que te he visto,
cuando sólo te maquilla el rubor,
si te soplo en el oído que te quiero.
Tú que lo sabes,
que juego a esconderme en tu cuerpo,
y vuelvo a ser un niño en tu regazo.
Y si no lo sabes, entérate bien,
que soy mucho mejor cuando soy contigo,
porque eres de mí la mejor parte.
Yo que te he visto,
desnuda por fuera y por dentro,
nunca me cansaré de mirarte.