Me aferro a la mediocridad de los días,
por sentir que son mi espacio,
mi único espacio.
Me regodeo en el dolor de la herida,
en el costurón abierto,
por saber que estoy viva.
Se diluyen en agua de sal
los minutos pasados,
todos los atardeceres carnales
y los posibles futuros.
Transcurre el tiempo
en un monótono compás
de melodías mortecinas.
Y yo me duermo
en el regazo cálido de mis anhelos.
Ahh tus versos destilan ese tiempo donde se vegeta pero donde no se vive en plenitud, de esos por desgracia abundan!!! muy descriptivos amiga!!! bsss!!!
Muchas gracias, siempre sabes desgranar mis versos.
Un abrazo amiga¡¡ 
Realmente maravilloso.Profundo y lírico.Mi enhorabuena compañera Saludos
Muchas gracias¡
Saludos
Precioso y el final sublime.
Un abrazo.
Muchas gracias 
Bellisimo 
bellos versos, muchas felicidades Hortensia. Saludos
Ese transcurrir del tiempo que se queda vacío, incompleto. Duelen esos minutos que se deshacen…
Muy bueno!
Los días son donde vivimos. Cuando pasan monótonos nos agarramos a los anhelos. Me gustó mucho!
Muchas gracias Raffa, un abrazo
Decadente y cálido a partes iguales solete !
Precioso 
Gracias preciosa, 
Es como suave este poema… como que se duerme. Precioso.
Toda una belleza de poema!!
Bellísimo! Se saborea una percepción de la vida que se describe con firmeza y sin dejar de lado los anhelos.
Me parece bastante original y profundo!
Aplausos, saludos concariño Horten 
Muchas gracias , un abrazo