Traje de luces (el esbozo)

¿Sabes lo que deberíamos regalarle a José María en su cumpleaños?: un traje de luces bien apretao… ¡Sí! ¿Tú te imaginas aquella cosa —cual si fuese un pájaro dodo, enorme y enjaulado— en la pantalónica estrechez de un traje de torero! ¿Ah? Colirio pa’ los ojos de aquellas que —como tú— han crecido reprimidas ante lo de la desnudez del otro.

Ver a aquel animal apenas esbozado bajo la apretada tela, sería como la antesala de un calenturiento paraíso, donde tus cordiales —dedos del corazón— se gastarían lijados ante la única raja de tu almohádica semilla…

¡¡Es que ya te veo!!, matándote a ‘gramazos’ frente a la visión alienante.

Es cierto lo que dicen las abuelas: «La mujeres se enferman es por los ojos. Las mujeres envidian como mariposas lactantes, sedientas de largos tulipanes rojos, lactíferos, a los que han de despellejar de puro gusto».-

Chane García.
@ChaneGarcia.

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¿No será este José María el protagonista del poema de la flor matutina? :wink:

Me ha recordado un chiste muy malo de hace años: Es feria y va un niño con su madre… y en eso que pasa uno vestido de torero, todo apretado… “Mamá, mamá, ¿qué eso eso que lleva el torero entre las piernas?” pregunta el niño curioso. Y la madre que contesta: “Las pilas del traje de luces, niño”.

¡Un saludo!

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je, je, je, je… Será un chiste malo, pero me hizo reir.

¡No!, este José María no es el mismo del otro poema —aunque tranquilamente podría ser, ¿eh?—. Este José María es el de Mecano… una de mis primas —que no le gusta cómo canta Mecano— me decía: «Yo veo las actuaciones de Mecano, es por José María», pero al preguntarle por qué, ella sólo se reía y no decía nada (ahora ya sé el por qué) José, nunca ha podido ocultar lo que, por naturaleza, le fue dado…

Te parecerá mentira, pero hay mujeres —y hombres también— que se calan una corrida de toros no porque les guste el espectáculo en sí sino por la vista que les da el torero embutido en su traje de luces… Igual, muchas féminas —no todas obviamente— ven los partidos de fútbol es para “bucearse” a los jugadores.

Todas estas mujeres que, mentalmente, funcionan como hombres (se excitan por estímulo visual) son las que van a estar pendientes de ir mirando las entrepiernas a ver si logran pescar algún bulto… alguna de esas salchichonidades que prometa… Ese tipo de mujeres existe.

Hay fotos de José María Cano (en Mecano) donde, la vista que es tan indiscreta, se va enseguida a donde marca la descoloración del bulto sobre la tela del “blue jean”… Mi prima dice: «Tú miras —disimuladamente— y puedes llegar a determinar hacia dónde cae “el pájaro”», obviamente, ya ella es toda una experta en el arte de bucear.

Acá en Venezuela, “bucear” (además de lo legalmente significa) es cuando te devoras a alguien con la vista, obviamente porque tiene algo que te llama poderosamente la atención.

Hay algunos poetas donde en sus poemas, te pareciera vislumbrar erecciones… ¡Claro!, sólo que éstas, están muy bien disfrazadas por el velo de la metáfora… Hay poemas de Carlos Contramaestre donde, tú, entre dudas, te preguntas: “¿Qué habrá querido decir aquí?”.

Saludos.