Pasé soñando las horas.
horas forjando reproches,
en vela pasé las noches.
sufridas noches traidoras.
Vagué en mi pena perdida
sumida en vana esperanza,
sumida en dulce venganza
¡vagué sin ver la salida!
Y la pena me embargaba
rogaba tu amor sincero
en tu perfidia atrapada.
En desconsuelo lloraba
por mi delirio postrero
¡a tu traición resignada!