Se encontraron en una nube en el cielo.
Agarrados de las manos emprendieron su viaje.
No había destino, ni horizonte.
Solo deseos de libertad.
Aire.
El dolor les ofrecía una oportunidad,
un amanecer al sueño.
Un anhelo de alegría.
Un olor, una flor, un deseo.
Utopía.
Una leve brisa les ayudaba.
No medían sus caricias.
Sus miradas claras y limpias.
La paz les embriagaba.
Inocencia.
Todo termina.
Les alcanzó la tormenta.
Sus cuerpos despedidos,
surcaron caminos embarrados.
Espinas afiladas clavaban sus esqueletos.
El granizo partió sus huesos.
Tristeza.
Lamentos, quejidos y llantos.
Ilusiones rotas.
Quimeras perdidas en futuros inciertos.
La oscuridad les cubría.
Eterno su manto.
La vida no indulta.
La vida no perdona.