Cuando llueve por dentro y por fuera
toda palabra duele y se extraña el abuelo,
el amigo, el hijo, el amante, el papá muerto.
¡Todo se extraña!
Nadie comprende la tristeza y se llora a solas
porque llorar limpia el alma y despeja la cabeza.
A veces, tiene que llover afuera
para que escampe adentro.
Lucía, amiga, admiro tus maneras de decir poemas. Éste lo has hecho para hacer reflexionar.
Me inspira decir que : Llanto y risa, comparten la misma mesa. Ambos son tan frecuentes y necesarios, que a falto de uno, está el otro, compartiendo sirmpre con el alma.
Llanto y risa, El Ying y el yang de la existencia.
Buen poema.
Abrazos
Qué forma tan maravillosa de describir ese sentimiento. La risa y el llanto completamente de acuerdo con Saltamontes comparten mesa. Poeta eres grande.