Tocar la campana tres veces: un ritual terapéutico sanador.
Hoy en día, esta práctica se ha propagado a través del mundo, como símbolo de esperanza, ante la posibilidad de vencer el cáncer y de realizar un cierre simbólico de este arduo proceso.
Hoy mi hijo llega hasta ahí.
Ha tocado tres veces la campana,
puño de hilos de esperanza desgrana,
su gesto comparte felicidad
con un mensaje de tranquilidad.
Encontró la luz en la noche oscura
y su mirada triste la dulzura,
devueltas la placidez y la calma
a la agitación de su angustiada alma.
Hoy retiro de mi mente el tormento,
apreciando el valor de este momento,
ya mis ojos no lloran noche y día.
He luchado todo lo que he podido
y la fortuna me ha correspondido
librando de ayes a mi poesía.
Le queda todavía
un corto viaje, tal vez doloroso,
y mi héroe, ¡seguro saldrá airoso!
Edel@vateignoto
27-05-2023
Imagen de mi autoria