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Así, advertí del problema en mí:
Llevo más muertos de los que puedo cargar.
Comenzó la destrucción de esta soledad.
Si deseo librarme del arte o del reposo o del día.
¡Bienvenida la muerte!
El enemigo soy yo.
Qué excitante poder prender por fin este día.
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Muy intensos e ilustrativos versos con una gran carga de oscuridades sobre tu luminosa y lírica alma, poeta!! Saludos!!!
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Un enigma solucionado con estoicismo psicológico!
Nuestro peor enemigo radica en nosotros mismos!
Un gusto leerte, Isaac!
Un cálido saludo poético!!
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Me hace ilusión leer tus comentarios, y gracias por ello. Qué fuerza me das para poder seguir escribiendo
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Compañera, mil gracias¡. lo agradezco de manera infinita
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que alegría leer estos comentarios
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Si es verdad. nuestra mente es la peor enemiga de una y a la vez puede ser la peor aliada.
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Tal cual…si bien la mente es un instrumento maravilloso…en nuestra condición actual, se halla bastante contaminada…
Saludos, poeta!
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