Foto propia…
Tiempo que observa pasajeros por su cordaje invisible,
sin causa y prisas nuevas,
agua que no volverá …
Aquel poeta…
libre de premios al sol,
dejaba escrita una sombra con radiografías de alma
y fotos del corazón…
venenos de sus alquimias,
en citas a horas extrañas con extractos de café…
desde su tela de araña,
adereza los conjuros, muerde la naturaleza…
leído en tinta de estrellas el glamour de respirar
como hilo de futuros descosiendo la verdad
con letras de luna llena.
La unidad invisible del sistema
acomete sin delirios y treguas de caridad
caminos de soledad, olas para la tristeza.
Qué extraño respirar…
llueven caramelos, fotos tan lejos y cerca,
como si el amor supiera
perdonar en su presidio el dolor por un momento.
Aquel poeta…
huido de las promesas,
versos de tacto formal y páginas numeradas
con firmas de editorial,
soñaba sobre la mesa, notas de sed clandestina
en rebeldía sin vuelta…
hacer gratis la palabra,
esparcirla como un gas.
Infinito, sin amos y melancolía de dioses…
Miga a miga juntó un pan,
lavó sus manos de penas;
cenas con los viejos versos,
el licor de los poemas…
se alejó de nadas dejando huellas perdidas
y una lagrima prendida en el ojal de la suerte.
Horas de fuego con hielo,
el destino herido como un zapato roto
en busca de una sonrisa…
un talismán del pasado que guardaba como el oro…
Aquel poeta
errante en necesidad
abrigado a guerras muertas,
supo que nunca termina
aquello que no comienza…
y hoy comienzo a soñar…
por favor, dejad que el alba sea el verdugo preciso,
que la noche me condene,
que el día vuele entre jaras
y la tarde, traiga un otoño templado
mientras me empapa la lluvia…
Tiempo que observa pasajeros por su cordaje invisible,
sin causa y prisas nuevas,
agua que no volverá …
Pedro…de momento. Septiembre de 2023