Recuerdo el brillo de tus ojos
cuando me amabas.
Tu mirada penetraba en mis adentros,
explorando mis secretos mejor guardados,
mis miserias y mis miedos.
Mi alma.
Mis manos, mis brazos, mi pecho…
Todo mi cuerpo quebraba.
Me expandía en el tiempo,
flotaba.
Era parte del universo
y llegaba la mañana.
Extraviada la consciencia,
solo tu cuerpo, solo tu mirada.
Perdido en el firmamento,
jazmín, lavanda y albahaca.
Y mientras tanto yo…
Yo solo te amaba.