—Tan sólo mírame—

Tan sólo mírame
con tus ojos del amor.
—Mírame— en el día de la aflicción,
mírame cuando beso tu cuerpo,
mírame en la verdad de mis sueños,
mírame en el alboroto de mis lágrimas,
mírame, no dejes de ser tú,
mírame en la carencia de la libertad,
mírame en el quebranto de mi espíritu,
—tan sólo mírame—
dime que me amas.
—tan sólo mírame—
con los ojos del alma.

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Un ruego reitrado en la anáfora del mírame. Cuán vehemente anhelo de la persona amada.
Muy bello poema poeta.

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Buen día estimado Alejandro, gracias por la lectura y valoración. Me encanta el uso de las figuras retóricas como la anáfora, metonimia, el hipérbaton, etc., pienso que le da fuerza a la voz de los versos, hacen que griten con pasión y entrega.

¡Un abrazo!

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Romántico y lindo poema. Saludos cordiales.

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Gracias querida compañera :pray:

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