Tal vez sea la caricia de la corola,
de un rosado perla que cae desde el diáfano, tal vez sea el crujir que clava tu mirar, tal vez un pestañeo trivial que haga sonrojar al cielo orientando sus ríos que impacten la infinidad.
Tal vez sea un prado eufórico de flores queriendo cantarte al oído, tal vez algunas sean tus preferidas, tal vez sean baladas que guardan el atributo de evocar la afición, tal vez la aversión, ese tal vez que excita.
Tal vez sea un palpitar que pide marcha, que pide ver otro verano, esbozar líneas sin vertical, tal vez la crónica vida nos quiere comentar, dialogar de un tal vez que dejamos atrás un agur en veremos, esos besos que tal vez el ego tragó a sorbos.
Tal vez sea un después que nos descubra incautos, quizás desnudos, tal vez podrías eludir un de pronto , un quid, un quizás, de inmediato el horizonte nos presenta la anchura del mar, tal vez el sol quiera brillar en tu sonrisa que incita desde el cuello comenzar.
Tal vez sea un vicio en busca de castigo desde acullá tal vez el gemido de la noche se pierda en el borde de mi boca naranja y plata, donde alguna vez fueron estas letras una oda órfica; si escuchas bien todavía mencionan tu nombre junto al mío.